Lo aprobó la asamblea del pasado 14 de diciembre y ya es una realidad: nuestro equipo técnico se amplía con Ana y Eva, que se incorporan para afrontar todos los retos que EnergÉtica tiene por delante.
Fue una decisión casi unánime, pero no por ello menos arriesgada: ampliar el equipo técnico, aumentar los costes mensuales, pese a que nuestra cooperativa sigue en pérdidas. Pero en EnergÉtica somos valientes -o quizá un pelín aventurados- y tenemos claro que el dinero invertido en personas no es un gasto, sino una inversión que permitirá sacar adelante todos los proyectos que ahora mismo se nos apilan.
La primera decisión tras aprobar ese incremento en 60 horas semanales de carga de trabajo, fue dedicar unas pocas para aumentar la jornada de Violeta: sobre su mesa se agolpaban varias decenas de proyectos y consultas sobre calderas, ideas para mejorar la eficiencia energética o sugerencias de ahorro en calefacción; esta línea de trabajo se está convirtiendo en una de las de mayor demanda de nuestros socios y socias y había que darle respuesta.
El siguiente paso fue la constitución de un grupo de trabajo que pilotara el proceso de selección de las otras dos personas que buscamos: una para el área de ingeniería y otra de administración. Fueron seis miembros (dos del equipo técnico, dos del consejo rector y dos personas socias que se ofrecieron voluntariamente) quienes definieron la metodología de evaluación, la ponderación de los criterios de la convocatoria y el calendario de trabajo.
Recibimos un aluvión de solicitudes, casi ochenta, de gente muy variada, con algunos currículos verdaderamente impresionantes y en general con una ilusión grande por incorporarse a nuestro equipo. No fue tarea fácil para el grupo de selección, desde luego, porque además de la responsabilidad que supone ante la cooperativa y ante las personas que ofrecen su experiencia y su pasión, se trata también de un notable esfuerzo: cada currículo fue analizado íntegramente por un mínimo de tres personas que ponderaron cuantitativamente hasta nueve criterios distintos (competencias técnicas y profesionales) y luego pusieron en común para analizar y corregir las posibles discrepancias. El resultado fue la selección de diez personas que pasaron a la fase de prueba práctica y entrevista.
Entre el 31 de enero y el 4 de febrero se llevaron a cabo las pruebas y entrevistas, adaptándonos a las disponibilidades temporales de las candidatas y candidatos. Queríamos conocer más a fondo a nuestras futuras trabajadoras y preparamos unas pruebas con las que, más que demostrar conocimientos, queríamos ver cómo se desenvolvían ante situaciones del día a día de la cooperativa. Aunque es difícil tomar decisiones que suponen dejar fuera las aspiraciones y anhelos de las personas, sobre todo cuando hay un nivel profesional tan elevado como el que nos encontramos, el Consejo Rector tomó la decisión de manera unánime: proponer contratar a Ana García y Eva Otero.
Ana (a la derecha en la foto) es ingeniera industrial. Y aunque su trayectoria profesional le ha llevado a Friburgo, Darmstadt, Zúrich o Cochabamba, donde ha estado trabajando en ingenierías de instalaciones eléctricas, decidió volverse a la tierra, a Navarredondilla, un pueblito al pie de la Sierra Paramera abulense. Y en esto que encontró en su buzón de correo una convocatoria de empleo de su cooperativa. Se lo pensó lo justo porque le pareció un reto personal “la posibilidad de formar parte del equipo de una cooperativa que contribuye a promover el uso sostenible y eficiente de las energías renovables impulsando a su vez la soberanía ciudadana.”
Eva es madrileña de nacimiento y recién llegada a Palencia desde América Latina, donde ha desarrollado su carrera profesional en el ámbito de la cooperación al desarrollo en los últimos once años. Es economista de formación y para ella “poder trabajar en una cooperativa como Energética (…) es la coincidencia perfecta entre lo que ha sido hasta el momento mi carrera profesional, lo que son mis valores personales y compromiso social.” La verdad es que al leer su carta de presentación, nos sonrojamos un poquito: “En la actual búsqueda de empleo que he emprendido desde hace un par de meses, nada me ha resultado tan atractivo.”
Ana y Eva ya se han incorporado al día a día de EnergÉtica. Gracias a ellas, nuestro equipo crece para enfrentarse a los retos que tiene encima de la mesa y los que están por venir. Y gracias a ellas, además, acabamos con uno de los debes que tenía nuestra cooperativa desde el primer día: por fin somos un equipo paritario de mujeres y hombres.
