Ya iba siendo hora...
El sábado 16 de marzo celebramos, en la hermosísima Sala Capitular del Monasterio de San Agustín de Burgos, nuestra asamblea extraordinaria de invierno, el momento en el que cada año hacemos un repaso de cómo ha ido el año anterior y presentamos la propuesta de nuevo presupuesto. Fue en Burgos, sí, porque después de nueve años de vida, la cooperativa de energías renovables de Castilla y León decidió (¡por fin!) hacer una asamblea general fuera de Valladolid. Todo un reto organizativo y logístico para nuestra cooperativa, que superamos con nota gracias a la implicación de los socios y socias de la provincia, que nos acompañaron en esa buena mañana para acercarse un poco más a su cooperativa energética.
A mitad de mañana empezó el goteo de asistentes, no sabemos si convocados por los interesantísimos temas previstos o por el despliegue de desayuno que los socios y socias del Grupo Local de Burgos habían ido llevando para hacer la jornada más llevadera (se admiten apuestas).
Tras las bienvenidas protocolarias, la primera parte de la asamblea se dedicó a presentar la memoria de actividades y el avance de las cuentas de 2023 a cargo del equipo técnico de la cooperativa, que se desplazó a Burgos para este esperado encuentro. Se fueron desgranando los resultados de la cooperativa en las áreas de autoconsumo, de comercialización, de servicios energéticos, de comunidades energéticas y el resultado económico, que, después de muchos años de pérdidas, da un balance positivo para la cooperativa, lo que nos hace pensar que comenzamos ya a recoger los resultados de los esfuerzos e inversiones realizados hasta ahora y poder consolidar este proyecto cooperativo.
Al turno de ruegos y preguntas le dedicamos un buen rato, porque para muchos socios y socias este era su primer contacto personal con la cooperativa y el sector energético genera muchas dudas. Dudas sobre cómo llega la electricidad renovable hasta nuestras casas, el balance económico de la cooperativa, la remuneración de las aportaciones al capital social, sobre el futuro de la comercialización eléctrica en Energética y también —y esto nos ha ilusionado muchísimo— sobre cómo poner en marcha Comunidades Energéticas en Burgos. Mientras cada cual se servía en el “autoservicio” del desayuno (¡qué rico ese bizcocho!) cerramos la parte formal de la cooperativa con la presentación de la propuesta de presupuesto de 2024, que prevé mantener esa senda de consolidación presupuestaria con la obtención, nuevamente, de beneficios.
Tras finalizar la parte formal de la asamblea, desarrollamos con los socios y socias burgaleses (y algunos de otras provincias que se acercaron) una serie de talleres para avanzar en distintas líneas de trabajo, algunas de ellas identificadas en nuestro Plan de Acción: con qué entidades de la provincia establecer alianzas de colaboración; qué necesidades hay para fomentar la puesta en marcha de nuevas comunidades energéticas; y sobre qué argumentos elaborar una campaña de comunicación para promover la cooperativa. Un buen rato de construcción colectiva, de debate abierto en el que compartir ideas y dudas sobre cómo fortalecer el cooperativismo energético y la energía ciudadana en nuestra comunidad.
Fue una buena mañana, desde luego. Productiva y desde luego más cálida que lo que marcaba la previsión del tiempo. Una invitación a repetir este tipo de encuentros en otras ciudades de Castilla y León… ¿alguna sugerencia para recibir nuestra próxima asamblea?
PS: Por cierto, el domingo 24 se cerraron las votaciones y quedaron aprobados por amplísimas mayorías tanto la memoria y balance económico de 2023 como el presupuesto de 2024. ¡Gracias por votar!