Desde sus orígenes EnergÉtica se difunde a través del “boca a boca” (boca a oreja) y en los actos de presentación que realizamos para explicar, de la forma más sencilla y breve posible, las complejidades del modelo energético y de las desigualdades e injusticias que produce y fomenta. No realizamos por tanto ninguna campaña específica de captación, al contrario que las grandes empresas del oligopolio eléctrico. Pues bien, a pesar de lo que decimos, no tenemos mejores comerciales que las personas a las que contratan esas empresas, «a comisión» de los cambios de contrato conseguidos, y que suelen llamar a las puertas de las casas a la hora de la siesta.

Antes de nada, nuestro respeto por estas personas que intentan ganarse la vida, en este caso contratadas o sub, sub, sub contratadas, para conseguir que algunas personas o familias se cambien de empresa comercializadora. Para que os hagáis una idea según el Informe anual de supervisión de los cambios de comercializador en el sector eléctrico y del gas natural durante el año 2016, de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) el número de cambios de comercializador activados en ese año fue de 3,2 millones en el sector eléctrico, fundamentalmente entre las grandes compañías eléctricas, pero también en menor medida entre el resto de comercializadoras. A finales del año pasado, el mercado eléctrico estaba compuesto por 29 millones de puntos de suministro.

Desafortunadamente cada día nos llegan quejas de las maneras en las que algunas de estas personas intentan provocar esos cambios en las familias que visitan y aunque la enumeración de la casuística sería larga, y no queremos aburrir, sí queremos destacar algunos casos o formas en que se ejecuta esa presión, en muchos casos abusando, frecuentemente mintiendo o diciendo medias verdades, cuando no rayando la ilegalidad.

Empezaremos por “los de casa”, es decir aquellos que se encuentran entre nuestros, en estos momentos, más de 1.100 contratos. Es frecuente que tras hacer el cambio de comercializadora nuestros clientes reciban alguna llamada, por lo general de no muy buen tono, de su anterior compañía prometiendo “súper descuentos” si vuelven «al redil». Esta táctica suele acompañarse con amenazas, veladas o directamente, de tener que abonar una determinada cantidad de dinero por el uso del contador (o que le tienes que devolver) o simplemente como castigo o multa por el cambio. Algunas de estas llamadas provienen del “departamento de bajas” y provocan inmediatamente malestar y miedo entre quienes las reciben.

Otra de las tácticas utilizadas es ofrecer descuentos en algunos conceptos de la factura al mismo tiempo que se acepta asumir un seguro, que ni se necesita ni se usa, y que encarece en gran medida la factura final. Otro engaño manifiesto. Como engaño también es decir que la comercializadora te ofrece la luz más barata porque su delegación está más cerca de tu domicilio o la persona que propone el cambio intenta “despistar” no citando claramente en representación de quien viene.

Más grave aún es si te han cambiado de comercializadora sin tu consentimiento como señalan en la OMIC y hay que presentar una reclamación. La Comisión Nacional de Mercados y Competencia, CNMC, ha aumentado el control del cambio de suministrador en España para la electricidad y el gas natural con el objetivo de reducir los rechazos y el tiempo para llevarlo a cabo.

Incluso, la misma CNMC recomienda a las comercializadoras que eviten la captación de clientes a través de canales de venta domiciliaria y la contratación telefónica —sobre todo en el caso de consumidores/as vulnerables y personas mayores—. También recuerda que deben identificarse de manera clara ante el consumidor y evitar prácticas o mensajes que generen confusión, entre otros.

Pues bien, estos casos que hemos relatado brevemente (tenemos una amplia colección de experiencias desagradables y seguramente conoceréis otras muchas) lo que están provocando es un aumento de personas que hartas de esas tomaduras de pelo y abusos, colma el vaso de su paciencia, y les anima a dar el paso y cambiarse a EnergÉtica. Nos toca eso sí, primero rebajar la tensión y las dudas provocadas después de esas visitas y llamadas, para después ofrecer la cooperativa y sus asambleas como espacio ético, trasparente, de participación democrática y tejer confianzas.

Ya sabes: ante la indignación pásate a EnergÉtica, la energía Ética.

 
En el diario.es: Competencia constata que teleoperadores de las eléctricas incitan a contratar las tarifas más caras.
«Informe de supervisión de los servicios de atención al cliente de las empresas comercializadoras de gas y de electricidad» (Abril2018)
En «20 minutos», también te cuentan de que va este baile de comercializadoras.

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