Cocinar es hacer digeribles, y sabrosos, los alimentos. Y para ello se necesita aplicar energía para que las fibras vegetales se puedan digerir, la carne sea más agradable o los alimentos sean más palatables.
El horno y la cocina concentran una parte importante del consumo energético en el hogar pero, con sencillas pautas, la cocina puede convertirse en uno de los espacios más ahorrativos de todo el hogar.
¿Cómo ahorrar cocinando?
La cocina de inducción es la más eficiente
Si comparamos cocinas eléctricas, sin duda: la cocina de inducción es mucho más eficiente que la vitrocerámica. Cocinando con inducción se consume un 20% menos de electricidad. Además estas emiten menos, 360 gr de CO2 por cada kWh térmico generado frente a los 450 emitido por las vitrocerámicas convencionales. Pero a ambas les gana por goleada la cocina de gas: apenas 200 gr de CO2 por kWh térmico. Todo eso, claro, teniendo en cuenta el mix de producción eléctrica actual en España.
La olla a presión es peligrosa y altera el sabor de los alimentos
¡En absoluto! Las ollas a presión son elementos superseguros y no deberían faltar en un hogar preocupado por el ahorro energético: cocinan en menos de la mitad de tiempo lo que reduce muchísimo el consumo energético y conservan mejor los sabores y las propiedades de los alimentos al necesitar menos tiempo y menos temperatura para cocinarlos.
Abrir la tapa del horno facilita el dorado de los alimentos
¡Ni mucho menos! Abrir el horno mientras está asando lo único que sirve es para perder muchísima energía, casi una quinta parte, necesaria para calentarlo. Evita abrirlo y apágalo 10 minutos antes de lo previsto para finalizar el horneado aprovechando el calor residual.
Cocina comprometida con el clima
Si es importante reducir el consumo de energía al cocinar nuestros alimentos, también lo es a la hora de adquirirlos. La huella ecológica de la comida es una parte fundamental de las emisiones de efecto invernadero de la alimentación.
Cocinar con el lavavajillas
Sí, has leído bien: el lavavajillas también puede usarse para cocinar. Si lo piensas, es razonable: un aparato que mantiene una temperatura de unos 70º durante cerca de una hora… ¿no se parece mucho a uno de esos modernos hornos de baja temperatura? ¡Saca un nuevo partido a tus aparatos y ahorra energía!