La tarifa con Discriminación Horaria (DH)
Cuando contratamos el servicio de electricidad, la tarifa de acceso a la que podemos optar nos viene determinada por la potencia contratada: las tarifas 2.0 ( <10kW de potencia), las 2.1 (entre 10 y 15 kW) y la 3.0 (> 15kW, en baja tensión).
Dentro de las tarifas 2.0 y 2.1 se puede elegir entre un precio de la electricidad igual para todas las horas del día o bien, un precio que varía según unos tramos horarios establecidos, lo que se conoce como tarifas con Discriminación horaria (DH).
NOTA: Antes esta tarifa se conocía como tarifa nocturna. Pero actualmente, el tramo horario más económico (período Valle) ya no es sólo durante la noche si no que incluye horas de la mañana. Resultan por tanto alrededor de 14 horas valle!
Los horarios de la tarifa con Discriminación Horaria
¿Cuándo sale a cuenta contratar la tarifa con discriminación horaria?
Cuanto más uso de electricidad hacemos durante las horas valle (las que tienen un precio más económico para la energía), más a cuenta nos resultará contratar la tarifa con discriminación horaria.
El precio en las horas valle, es casi la mitad que el precio «normal» pero el precio en horas punta, es sólo un poco más caro que el precio normal.
Si comparamos el precio de la tarifa 2.0A «normal» con el precio de la 2.0DHA, vemos que en el periodo punta pagamos un 16% más, pero en el periodo valle, nos ahorramos un 47% en el precio. Para la 2.1DHA esta relación es Punta, 13,8% más caro, Valle 44% más económico.
Tabla de ahorros según% de uso en horas valle y según los precios y horarios
Por lo tanto, si analizamos nuestros hábitos de uso de electricidad es posible que nos compense tener discriminación horaria. Normalmente, si tenemos aunque sea un 25% del uso en las horas valle ya nos interesa esta tarifa.
Y esto no es difícil de lograr ya que tenemos elementos que funcionan durante todo el día y por tanto, también durante las horas valle. Por ejemplo, la nevera, que resulta ser el electrodoméstico que más electricidad usa al cabo del año. Por lo tanto, fácilmente podemos pensar que si tenemos un poco de actividad durante las horas de la mañana o pasadas las 11h de la noche (hacemos alguna lavadora, usamos el ordenador, etc.), nos convendrá la DH.
Por el contrario, si tenemos cocina eléctrica, por ejemplo, no será fácil escapar de utilizarla durante las horas punta (coinciden con las horas de mayor actividad en la casa, entre el almuerzo y la cena), se tendrá que mirar bien porque quizás es mejor mantener la tarifa «normal».