Cada día, un sobresalto. El mercado eléctrico lleva meses dándonos sorpresas y no muy agradables en la mayoría de las ocasiones. Los resultados de este desvarío están suponiendo una doble dificultad a las personas que estamos comprometidas con la transición energética: por un lado, un crecimiento inusitado de nuestra factura eléctrica, que casi ha doblado su importe en apenas un año y que supone una barrera para que más personas apuesten por un proyecto cooperativo que pone la energía en manos de las personas. Por otro, está poniendo contra las cuerdas a las comercializadoras de la economía social, que están viéndose obligadas a adelantar al mercado eléctrico una cantidad de dinero inusitada por la electricidad que nos cobran a los clientes un mes después.

Nuestra cooperativa hermana Som Energia, que nos facilita el servicio de comercialización de electricidad, lleva desde otoño articulando medidas para intentar hacer frente a esta situación y estarás al tanto de ellas porque nos han informado puntualmente por correo electrónico. La última medida que hemos recibido recientemente en nuestro correo ha sido la modificación de las condiciones del contrato y que prevé la posibilidad de facturación semanal o de solicitar un depósito a modo de aval para contratos con volumen alto de facturación. Son medidas que no se aplicarán de manera inmediata, pero que se incorporan ya al contrato eléctrico para activarlas en caso de que la situación empeore.

Sí, hemos subido nuestras tarifas. Y sí, algunas de las grandes comercializadoras ahora las están bajando. ¿Cómo es posible? Porque estas grandes eléctricas son también las mayores propietarias de las centrales de producción eléctrica. Son ellas quienes fuerzan, semana a semana, estos precios desorbitados en el mercado eléctrico. Son ellas quienes han ingresado, y siguen ingresando, miles de millones de euros gracias a su capacidad de aprovecharse de un sistema de fijación de precios injusto. Son ellas quienes reciben los beneficios caídos del cielo que pagamos todos y todas en nuestras facturas. Y por este motivo son ellas quienes pueden ahora vender por debajo del precio de mercado.

Si puedes permitírtelo, te pedimos que mantengas tu contrato con Energética. No solo porque tan pronto como sea posible volveremos a reducir tarifas, sino porque hoy, más que nunca, necesitamos, como ciudadanía crítica y comprometida, reforzar el cooperativismo y un modelo de producción y consumo en nuestras manos, fuera del control de los grandes poderes económicos del sector eléctrico.

Estamos en un momento de absoluta incertidumbre en todos los ámbitos de nuestra vida, y también en el energético. Pero creemos que justamente ahora es el momento de agrupar fuerzas, porque juntas hemos demostrado que podemos resolver los retos más complejos y juntos el camino, además, es más grato.

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