El consumo energético medio de un hogar está entorno a los 10.000 kWh anuales. Aquí se incluyen, claro, la energía necesaria para calentar la casa (normalmente gas o gasoil) y la electricidad para poner en funcionamiento los electrodomésticos e iluminación.
Conocer cómo se distribuyen los usos energéticos en el hogar es el primer paso para intentar reducirlos.
Misterio energético
El horno es lo que más energía consume en casa
En absoluto. Aunque su potencia nominal es elevada (pueden llegar a 1500 W), no está encendido más que apenas unas horas a la semana. El elemento que más energía consume en un hogar es la calefacción. Sea a partir de electricidad, de gas o de gasoil, la calefacción supone casi el 50% de toda la energía que entra en casa.
El consumo de los "stand by" de los aparatos es insignificante
No es así. El consumo fantasma (los “stand by” y pantallitas de los aparatos) puede suponer el 7% del consumo eléctrico del hogar. Echa cuentas, pero esto podría suponer a lo largo del año el coste de energía de casi una de las doce facturas de la luz.
Los electrodomésticos eficientes no compensan su sobrecoste
Todo lo contrario: un frigorífico de la máxima eficiencia (A+++) es más caro que uno poco eficiente, puede suponer un ahorro de más de 500 euros a lo largo de toda su vida respecto a otro menos eficiente.
Guía IDAE para el ahorro energético
El Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE) es la agencia estatal que trabaja en la consecución de los objetivos de eficiencia energética, renovables y transición hacia una economía baja en carbono en nuestro país. Además de contar con un aula digital sobre ahorro energético, tiene esta guía con sencillos consejos para mejorar la eficiencia energética del hogar.
Topten
Herramienta online que presenta una comparativa de electrodomésticos, sistemas de iluminación o vehículos según su eficiencia energética. Participan en el proyecto entidades de 18 países del mundo. En España lo gestiona ECODES.