Ver el listado de las instalaciones con las que hemos inaugurado nuestras Comunidades Solares pone a funcionar la imaginación para llevarla a un paisaje invernal lleno de zambombas y espumillón: Navidad, Villancico, Aguinaldo, Incienso, Nochebuena… Son los nombres de las calles en las que EnergÉtica está instalando su primera Comunidad Solar. Están en el barrio Belén de Valladolid, que no se podía llamar de otra manera, claro.
Son ocho nuevas instalaciones que se unen a las cuatro que se instalaron el pasado año para conformar la docena de instalaciones fotovoltaicas que están permitiendo a los socios y socias de EnergÉtica en este barrio de la ciudad ser un poquito más autosuficientes y mostrar en la práctica las posibilidades de la ciudadanía para hacerse con las riendas de sus necesidades energéticas de manera sostenible.
La finalización del estado de alarma fue el pistoletazo de salida para comenzar a programar estas nuevas instalaciones, comenzando con las visitas a todos los domicilios para reformular las memorias de ejecución y buscar las mejores soluciones para subir las placas a la cubierta, para escoger los mejores anclajes o para encontrar la forma más estética de pasar el cableado desde el tejado hasta el contador eléctrico.
Después de concretar los trabajos, nuestro equipo técnico ha supervisado la entrega de los materiales y acompañado a los instaladores para asegurarse del correcto desarrollo de los proyectos. Ha tocado subir a tejados, salir corriendo a recepcionar entregas, resolver consultas y aprovechar también para repasar alguna de las instalaciones previas. Pero también para resolver la tramitación administrativa y todos los papeleos necesarios para lograr poner en marcha las instalaciones, y que todavía nos dará en las próximas semanas algún que otro dolor de cabeza.
El distanciamiento que obliga la COVID-19 nos ha impedido hacer una de las cosas que más nos gusta del proyecto de Comunidades Solares: juntar a todas las personas autoconsumidoras para compartir con ellos la experiencia de convertirse en parte activa del modelo energético, resolver dudas, compartir trucos para mejorar el aprovechamiento de las instalaciones y aprender juntos a mejorar el impacto ambiental de nuestro consumo energético. Es algo que desde EnergÉtica echamos de menos pero que queda pendiente para cuando superemos esta crisis sanitaria o para cuando encontremos algún otro mecanismo de encuentro, quizá a través de la pantalla del ordenador.
